Todo comenzó en el verano del año 2021. Dos amigos conversando de la vida, hasta que sale la frase “¿Qué pasaría si ponemos un bar?”. Cada uno con su trabajo, pero siempre con el bichito de emprender.

De ahí en adelante, pasaron meses para llegar a concretar la primera parte de la idea que se tenía, buscando lugares en Concón que estuvieran en arriendo, hasta que llegamos a un terreno que estaba desocupado, que no contaba con luz, ni agua, siendo un simple terreno baldío.

De a poco fuimos llevando las ideas a un papel, con planos de arquitectura, para empezar a construir en junio del 2022. Gracias a un grupo de maestros, pudimos ir llevando a la realidad lo que empezó como un
dibujo. Desde un principio pensamos en la idea de hacer un lugar modular, al aire libre, cosa de que todo el proceso interno del restaurant estuviera integrado con el salón y así hacer partícipes a los clientes de la elaboración de la comida y tragos.

Luego, buscamos concretar el concepto que teníamos en mente, que era crear un lugar playero, donde las personas se vinieran a relajar, que fuera cómodo y que se diera la instancia para compartir y reírse.

¿Por qué le pusimos Déjà Vu? Después de una larga pandemia, nuestro objetivo era que pudiéramos volver a recordar momentos prepandemia, volver a juntarnos en un lugar al aire libre, dejando de lado la tecnología por un momento, volviendo a la carta física y así lograr recordar buenos momentos, ya sea pasados o que la experiencia misma deje capturada la instancia de encuentro entre amistades.

Fueron meses y meses de trámites, construcción, de altos y bajos, hasta que finalmente pudimos abrir las puertas al público el 19 de noviembre del 2022.

Agradecidos por la buena recepción que hemos tenido y de las críticas constructivas recibidas para seguir mejorando.

Fabrizio y Javier